El Granada CF tiró de corazón y casta para empatar un encuentro igualado ante la UD Las Palmas (1-1) que se complicó con un gol canario en una aproximación aislada.
El duelo resultó intenso e incómodo. A los rojiblancos les costó imprimir ritmo al partido ante las interrupciones del juego por parte visitante, que se ejercitó con celo defensivo durante toda la noche. Fruto de esa intensidad de la UD debió ser sustituido Montoro ya en el segundo tiempo.
Ambos rivales alternaron dominio, aunque fue el Granada el que mejores ocasiones construyó. Sin embargo; los amarillos se adelantaron por medio de Timor.
La reacción granadina fue inmediata. Puso cerco al área de Raúl Fernández, que para entonces ya había sacado un par de manos milagrosas. De ese empeño apareció la igualada, un remate de Quini que se transformó en un valioso punto.
