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Granada CF

Un Celta con el corazón en Galicia y la cabeza en Europa

En cuartos de final de la Europa League e instalado en la parte tranquila de la clasificación en Primera, el Celta de Iago Aspas llega al Nuevo Los Cármenes para reeditar un duelo mágico en la memoria nazarí. Hace seis años, el Granada comenzó a forjar su ascenso a Primera ante los gallegos en un partido que vivirá para siempre en el alma de la hinchada rojiblanca. Ahora está en juego la supervivencia granadinista en la mejor liga del planeta.

En los de Berizzo serán bajas por lesión Rubén Blanco y Giuseppe Rossi, que se perderá lo que resta de campaña tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Inmersos en su eliminatoria continental contra el Genk belga, 3-2 en el partido de ida en Vigo, el entrenador argentino baraja realizar rotaciones que podrían afectar al corazón de un equipo cuya cabeza sólo piensa en un objetivo: devolver las grandes noches europeas a Balaídos. 

El entrenador: Eduardo ‘Toto’ Berizzo

Tras terminar en el octavo y sexto puesto respectivamente en sus dos campañas al frente del cuadro vigués, Berizzo ha construido un equipo capaz de afrontar con garantías un calendario plagado de compromisos. El argentino, sucesor de Luis Enrique en el banquillo de Balaídos, ha devuelto al Celta el orgullo de brillar en Europa. Central celeste entre 2000 y 2005, conoce como nadie un vestuario en el que no faltan canteranos de calidad.

La estrella: Iago Aspas

Tras pasar por el Liverpool y el Sevilla, el delantero regresó a casa para dar su mejor versión. A sus 29 años, el de Moaña no sólo es la estrella del Celta de Vigo, sino una de las grandes irrupciones en la Roja de Lopetegui. El máximo realizador nacional de Primera (16 goles) ha ampliado su vínculo con la entidad viguesa hasta el 2022.

Ocurrió un… 11 de junio de 2011

En aquel histórico playoff de ascenso a Primera, la semifinal que midió a Granada y Celta vivió su momento cumbre en el Nuevo Los Cármenes. El gol del entonces rojiblanco Orellana igualaba una eliminatoria llamada a decidirse desde los 11 metros. En la tanda, el chantadino Roberto se puso el disfraz de héroe para anotar una pena máxima y acto seguido detener la definitiva a Catalá. Aquella gesta abrió a los nazaríes la puerta del ascenso, que certificarían ante el Elche.