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Gyula Alberty, mito y leyenda del portero que comía naranjas durante los partidos

Gyula Alberty Kiszel nació en Debrecen (Hungría) el 4 de julio de 1911. Su demarcación era la de portero y forma parte de la historia del Real Madrid al ser el primer extranjero que fichó el equipo blanco. Internacional húngaro, destacaba por su gran agilidad y personalidad.

Llegó a Granada en la temporada 1941/1942 con el debut de los rojiblancos en la primera división, disputando su primer partido el 30 de noviembre ante el Oviedo, siendo protagonista de la mayor goleada de los rojiblancos en primera división tras ganar 8-0 al equipo asturiano.

Entre las anécdotas de su corto paso por el Granada figura el hecho de que salía al campo con una bolsa de naranjas y en cada ataque granadinista, aprovechaba para estrujar una naranja y beberse el jugo de la misma.

El asombro entre los aficionados fue tal que a partir de su debut eran los propios aficionados quienes surtían de naranjas al guardameta húngaro.

Alberty solo pudo disputar 14 partidos con el Granada. Unas fiebres tifoideas acabaron con su vida un 9 de abril de 1942, con tan solo 30 años. El Ayuntamiento de Granada cedió a perpetuidad una tumba en el Cementerio de San José donde reposan sus restos mortales.

La leyenda cuenta que el jugo de naranja era el combustible que permitía que Albety fuera tan ágil, que volara, casi literalmente. En tan poco tiempo como rojiblanco se convirtió en un jugador muy querido, pasando a ser uno de los mitos del Granada Club de Fútbol.