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CAMPO DE LAS TABLAS

Al igual que los modernos presidentes de los equipos punteros de fútbol, nuestro primer presidente Julio López entró con la idea fija de construir un campo propio donde su nuevo Recreativo creciera y se desarrollara tranquilamente.

En el éxito de esta iniciativa intervino de forma significativa el periodista Eufrasio Martínez, quien firmaba sus crónicas como "Martinenc". Su insistencia forzó al Ayuntamiento a cumplir la ley que obligaba a las ciudades con más de 100.000 habitantes a tener un campo de deportes, logrando que los munícipes granadinos cedieran al club unos terrenos situados junto a la antigua cárcel de la carretera de Jaén. Él mismo daba la noticia el 7 de mayo de 1931 en “El Defensor”:

"El Recreativo ha conseguido la cesión provisional de unos terrenos en las Eras de Cristo para, a expensas del presidente del club, Julio López, y con un gasto de 20.000 a 25.000 pesetas, construir un campo".

Lo cierto es que el campo de las Eras de Cristo se construyó gracias a la activa colaboración de directivos y jugadores. Antonio Bombillar Porcel, uno de los protagonistas de aquellos días relataba décadas más tarde:

“En la construcción del campo colaboró todo el mundo. Todos trabajamos de balde y yo también cuando preguntaron ¿a ver, quién sabe de electricidad?, yo mismo, dije, y fui clavando hilo sencillo y puse tres perillas”

En diciembre de 1931 tuvo lugar el partido inaugural del Campo de las Tablas, en el que jugaron nueve granadinos, marcando un récord que tan sólo se superó tras muchos años.

Sin embargo, pronto se quedó el campo pequeño y anticuado para un club de 3ª que aspiraba con vehemencia a la 2ª división. Comenzó pues la búsqueda de un nuevo campo, encontrándose el 17 de noviembre de 1933 el que sería el sucesor de las Tablas.