Pocas delanteras ha tenido nuestro Granada como aquella integrada por Marín, Trompi, César, Bachiller y Liz. Estos deportistas de excelentes condiciones técnicas y nombres de leyenda formaron el frente atacante del equipo en la temporada 1941-42.
Marín, con sus facultades físicas disminuidas por la edad, tenía un exquisito toque de balón y un excelente olfato de gol.
Trompi ha sido uno de los jugadores con más clase que ha tenido el Granada; pequeño, habilísimo con el balón en los pies, rápido, escurridizo y buen rematador.
César era un monstruo ante la puerta contraria y, al mismo tiempo, un excelente estratega y organizador.
Bachiller era el organizador del juego en el centro del campo, siempre escorado a la izquierda, ligeramente medroso y con una notable capacidad para enlazar y lanzar al extremo de su lado.
Y ese extremo lo encontró precisamente en Camilo Liz, que volaba con el balón hasta la línea de fondo para, desde allí centrar hacia atrás balones envenenados para placer de sus compañeros rematadores.
Estos cinco hombres sumaron 78 goles en 32 encuentros, cifra que jamás ha sido superada hasta el momento por sus herederos de la camiseta del Granada C.F. Por eso en 14 de los 32 partidos de esta temporada, el Granada hizo tres o más goles, destacando los ocho al Oviedo, siete al Alicante y Castellón, seis al Barcelona, cuatro al Coruña (dos veces), Español, Málaga y Oviedo.
