383 partidos como rojiblanco, que nacen con una norma en la que obligaban a los equipos de segunda división y segunda división b, a alinear a dos jugadores menores de 20 años al comienzo del encuentro. De esta forma, Manuel Molina García (Lina), nacido en Granada el 21 de febrero de 1962, iniciaba una singladura de 12 años como granadinista.
Hablamos de la temporada 1979/1980 en la que con solo 17 años debutaba en la primera jornada de liga en segunda división ante el Valladolid, con una contundente victoria 3-0. Llegó sorprendentemente a jugar los 90 minutos, ya que la norma obligaba a alinear de partida a dos sub 20, pero no a mantenerlos durante todo el partido, lo que provocaba que muchos entrenadores cambiaran a por lo menos uno de los dos jóvenes alineados, en los primeros minutos del encuentro.
Lina se mantuvo titular desde ese primer partido de liga y durante 11 de las 12 temporadas en las que vistió como rojiblanco.
Sus inicios futbolísticos fueron en la cantera del Granada 74, jugando además como centrocampista. Llegó en edad cadete al Granada y se fue adaptando al puesto de central en el que desplegaba unas cualidades defensivas en las que destacaba su anticipación, su posicionamiento y, algo inusual en un defensa, su limpieza, ya que jamás fue expulsado de un terreno de juego y solía ver muy pocas tarjetas durante la temporada. Su regularidad, era la mejor “tarjeta” de visita de un canterano al que cada temporada le disputaba la titularidad a defensas de mayor experiencia y currículum y a los que año tras año, terminaba dejando en el banquillo.
Lina fue internacional juvenil, debutando un 12 de abril de 1979 ante Bélgica en Lierre (1-1). En ese encuentro jugaron: Zubizarreta, Comas, Martínez, Tendillo, Lina, Cumbreras, Fernández, Alonso, Mazón, Gail y Alegre.
Manolo Lina puso fin a su carrera deportiva tan joven como la comenzó, con solo 28 años en la temporada 1990/1991. Jugó los últimos 19 minutos en el viejo Los Cármenes del último partido de liga de esa temporada en segunda división b ante el Atlético Sanluqueño (2-0).
Su discreción en el terreno de juego la trasladó una vez retirado del fútbol. Querido por todo el granadinismo, forma parte de la historia de este Club, con un récord de partidos muy difícil de superar.
