Un gol de tempranero del Real Sporting obligó al Granada CF a sacar lo mejor de sí en su visita a El Molinón. Y no dilató su reacción. Hasta once remates sumó en el primer periodo, cuatro de ellos obligando la intervención apurada de Mariño. A pesar del dominio granadino el marcador se fue así al intermedio.
El Sporting encontró en la segunda parte otra manera de amenazar la portería de Rui Silva. Apareció al contragolpe, con un Granada tomando riesgos que solventó con acierto. Mientras, persiguió su gol con más llegadas, más centros, recambios ofensivos... y sólo faltó la suerte.
