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Granada CF

Crónica | Un extraordinario Granada noquea al Sevilla

El Granada CF renace en LaLiga. Lo dice la victoria ante el todopoderoso Sevilla de Sampaoli, pero sobre todo lo vieron en primera persona los fieles rojiblancos que abarrotaron el Nuevo Los Cármenes para animar con una sola voz a un equipo que se comportó como un solo hombre.

El cuadro de Alcaraz fue mucho más que el conjunto solidario que se dejó el alma en anteriores envites, cuando el técnico comenzaba a inculcar su filosofía. El once nazarí, ya con más días de trabajo a las órdenes del granadino, fue un ciclón. El Sevilla no sabía salir de una presión asfixiante de un equipo no dejaba un cm de campo sin ocupar y que llevaba peligro en cada ataque.

El gol en el minuto 27 de Andreas Pereira, que jugó a la espalda de Kravets, fue la consecuencia de un planteamiento sobresaliente. Un incomensurable Uche, que formó una magnífica sociedad con Samper en el medio, armaba una contra al galope antes de abrir para Boga. El franco-marfileño, desequibrante y genial, rompía a Rami dentro del área con un regate de PlayStation y su asistencia la aprovechaba el brasileño para marcar, mirar al cielo y rezar por sus compatriotras del 'Chape' fallecidos en la tragedia aérea.

Sólo el 'Tucu' Correa encontraba huecos en la zaga local, integrada por cuatro titanes, mientras el ataque granadinista sacaba su furia para ampliar la renta. En el toma y daca, una irrupción de Mariano pudo suponer el empate sevillista al filo del descanso, pero su chut lo desvió la cabeza milagrosa de Lombán sobre la línea de gol.

El capitán volvió a ser decisivo, esta vez en el área rival, a la salida de un córner en el minuto 11 de la segunda parte. Andreas centró, prolongó de cabeza Kravets y Lombán puso el exterior de la pierna derecha para cerrar el partido con un tanto que confirmó el renacer del Granada, un resurgir que ya se atisbó en la victoria copera ante Osasuna.

En los minutos finales, un acertado Ochoa ganó la partida a Vietto y Franco Vázquez en sus respectivos duelos, antes de que Carcela se exhibiese en busca del 3-0, que Cuenca y el propio internacional marroquí estuvieron a punto de lograr. Un supuesto penalti de Lombán en el descuento, que no lo pareció en el campo, permitió a Ben Yedder maquillar el resultado. Pero era tarde. Los locales ya habían gritado al mundo la vuelta del Granada.