Miguel Cobo Calvo, natural de Palma de Mallorca, se trasladó desde muy pequeño a la localidad granadina de Huétor Tájar con su familia. A los 8 años de edad ingresó en las categorías inferiores del Granada CF, donde se formó hasta el tercer año de juvenil. Un hombre de la casa, formado con unos colores y un sentimiento: el rojiblanco horizontal.
Tras su paso por la cantera nazarí, el jugador balear se fue al equipo eslovaco Zemplín Michalovce. Después volvió por un año a su tierra natal, donde militó en las filas del Llosetense. En la presente campaña, Cobo ha jugado en el Huétor Tájar la primera vuelta de liga, y ahora recala en el club de su infancia para seguir con su proyección.
Vuelves al equipo donde te has formado desde pequeño y debutas en el Nuevo Los Cármenes. ¿Cómo fue ese momento?
Se me saltaron las lágrimas de jugar en el Nuevo Los Cármenes. Siempre ha sido la ilusión desde pequeño. Hay muy buenos compañeros en el equipo y me ayudado mucho desde el primer día que llegué. Me considero afortunado de poder estar aquí.
¿Qué objetivos te marcas con el equipo?
Jugar con el Granada B y, lo segundo, por lo menos ir convocado con el primer equipo. Debutar en el Nuevo Los Cármenes con el primer equipo me gustaría y, sobre todo, por mi familia que es la que me lleva apoyando desde pequeño.
¿Qué te ha pedido Lluís Planagumà?
El míster me ha dicho que disfrute, que aproveche la oportunidad que me han dado.
¿Qué momentos destacarías de tu etapa en la Cantera Nazari?
De juvenil, con 16 años, estaba en casa de unos amigos en verano y me llamó el entrenador del División de Honor. Era una ilusión muy grande para mí, siendo mi primer año de juvenil. Puse empeño y esfuerzo y al final jugué toda la temporada con ellos, siendo titular en casi todos los partidos. Además, también recuerdo el ascenso a Nacional y mi primer partido con el filial con 17 años en Copa Federación frente al Almería.
¿Cómo era ser un jugador del Granada desde pequeño?
Desde pequeño siempre los amigos me han tratado de una forma especial por jugar en el Granada CF. En el colegio siempre querían que jugase con ellos y me he sentido muy valorado.
¿Quién ha sido tu máximo apoyo?
La persona que siempre me ha llevado a los entrenos ha sido mi abuelo, desde siempre ha estado conmigo en los entrenos y en los partidos. Todos los goles que he marcado han sido para él. Espero poder dedicarle muchos más y es uno de los motivos por el cual me esfuerzo día a día, para que algún día pueda verme en la tele y se sienta orgulloso de mí.
