La afición del Nuevo Los Cármenes se puso en pie en el minuto 78 de partido. El granadino Juan Antonio Entrena debutaba a los 20 años con el equipo de su tierra. El día del centrocampista de Huétor Tajar había llegado.
Lejos de conformarse con cumplir, el extremo zurdo, que jugó a pierna cambiada, saltó al césped para comerse el mundo. Seis minutos después de ingresar al terreno de juego, rompía en velocidad para retar a Mario en el mano a mano. Su definición obligó al arquero cántabro a lucirse.
Entrena, que volvió a casa de la mano de Lluís Planagumà, su entrenador en el Espanyol B, continuó buscando con ahínco el gol que ampliase la diferencia en la eliminatoria y conectó un remate desde la frontal que volvió a toparse con Mario. Habría sido la guinda a un debut inolvidable que el canterano nazarí sacó con nota. Desde el 3 de diciembre de 2014, cuando Nico Hidalgo se vistió la rojiblanca, ningún granadino había vuelto a participar con el primer equipo.
El medio, que también pasó por el Sevilla y el FC Barcelona antes de recalar en el Espanyol, volvió a su hogar con la confianza puesta en el gran proyecto de futuro y de cantera que está construyendo el club de sus raíces. Él quiere ser parte activa del Granada CF de mañana.